Protocolo de familia para salvar a las pymes familiares
La permanencia de una pyme familiar pasa por un imprescindible protocolo previo.
Los protocolos resultan fundamentales a la hora de emprendes un negocio. Más si los componentes de la pyme los conforman personas unidas por lazos familiares. Pueden, incluso, considerarse una tabla de salvación cuando se presentan los problemas.
El hecho de fundar una empresa con miembros de un núcleo familiar no es garantía de nada. Muchas veces los conflictos surgen fruto de la misma confianza y cercanía entre ellos. Y esto ocurre más a menudo de lo que pensamos.
¿En qué consiste un protocolo familiar?
El protocolo familiar se puede definir como un documento que regula los pactos de la familia propietaria de una empresa. En este documento se recogen aspectos fundamentales del funcionamiento de la empresa. La gestión, los cargos, la relación, o el organigrama son algunos de los aspectos que quedan plasmados en el protocolo.
En muchas ocasiones es este documento el que garantiza la continuidad de la empresa familiar.
Esta herramienta busca un acuerdo entre los miembros implicados en la empresa. Se trata de recoger por escrito una normativa con acuerdos de todos ellos. Si quedan planteados los posibles problemas que puedan aparecer, y las soluciones a aplicar, será más sencillo hacer frente a los conflictos.
También es importante dejar claro que este protocolo no es obligatorio, pero sí, muy recomendable.
¿Qué aspectos debe recoger el protocolo?
Aunque cada protocolo se puede hacer a medida de los implicados, existen elementos comunes que deben aparecer siempre:
- Jubilación de los socios
- Derecho a los dividendos
- Posibilidad de entrada o salida de socios
- Transmisión de acciones o participaciones de la empresa
- Retribución y funciones de los socios trabajadores
- Relevo generacional
- Mecanismos para resolver los conflictos
- Políticas de decisión
Ventajas de contar con un protocolo familiar
Las ventajas son múltiples, sobre todo en el aspecto de la anticipación a los problemas. Pero sobre todo los podemos resumir en:
- Anticipación: Anticiparse siempre facilitará los escenarios más conflictivos, y se generará una respuesta lo más adecuada posible.
- Tranquilidad: Las respuestas a los problemas pueden estar reflejadas en el documento de protocolo. Eso genera tranquilidad al lidiar con los conflictos.
- Gestión de expectativas: Cada miembro tendrá más claro su rol en la empresa. Las expectativas mejoran al saber lo que se espera de cada uno dentro del negocio.
- Futuro alentador: Prever cierta seguridad en el ámbito laboral con la continuidad de la empresa beneficia a todos.
- Compromiso: Crear un protocolo familiar parte de un compromiso de todos los miembros.
Nuestro consejo
Si llegados a este punto tu empresa no cuenta con este protocolo, plantéate redactar uno. Nuestro consejo es que te dejes asesorar por expertos en el tema. Permite que te hagan un “traje a medida” y plantees soluciones a problemas que en cualquier empresa familiar pueden poner en riesgo su continuidad.