La visión empresarial de las pymes durante este año es preocupante. Las previsiones a corto plazo parecen empeorar.
El tejido empresarial de nuestro país está soportado en un 99% por pymes. Más de la mitad de ellas no cuentan con asalariados. Un 38% entran dentro de la categoría de micropyme, lo que significa que cuenta con entre 1 y 9 empleados.
Si nos centramos en el aspecto sectorial, la mayoría de esas pequeñas empresas se dedica al sector servicios.
El 60% de esta categoría empresarial está ubicado en cinco comunidades autónomas entre las que se encuentra Madrid.
Esta brevísima descripción nos permite atisbar la vulnerabilidad del sector empresarial de nuestro país.
Los retos para este año
Las expectativas de las pymes y micropymes para 2023 no son favorables. Son varios los motivos que llevan a pronunciar esta afirmación.
La incertidumbre en la que nos movemos hace que la toma de decisiones se ralentice. La inestabilidad frena el crecimiento de muchas de estas pequeñas empresas.
La elevada inflación es uno de los grandes problemas a los empresarios tienen que enfrentarse. La fuerte subida de precios ha derivado en el aumento de costes, lo que a su vez se traslada en la reducción de beneficios.
Esa inflación también afecta al bolsillo de las familias, que reducen su consumo en perjuicio empresarial. El dato del 5,8 marcado en enero, no mejora mucho la previsión a corto plazo.
La morosidad es otro de los elementos que se suman a esta fórmula negativa. Cada vez aumentan más los índices de impagos. Los plazos para que las pymes paguen van aumentando cada vez más.
El fin de la ley de moratoria concursal se une al agravamiento de la situación. El número de concursos se ha incrementado durante los últimos meses de manera importante.
Con estas perspectivas cada vez son más las empresas que plantean un cierre cercano.
Tiempos revueltos
Con este panorama en 2023 el 36% de las pymes nacionales cree que su margen de beneficios empeorará. Además, el 60,9% está bastante preocupado por el incremento de los costes de producción. Esto hará que los márgenes de beneficios sean cada vez menores. Los empresarios declaran que las pymes cada vez son menos rentables. Su sostenibilidad se complica cada vez más.
La brecha de la digitalización
En una época en la que la digitalización es una oportunidad de negocio, muchas de las pymes y micropymes están aún alejadas de esta realidad.
A pesar de las herramientas disponibles, como la ayuda del Kit Digital, muchas de estas empresas son renuentes al salto digital. Precisamente estos fondos europeos Next Generation han hecho posible que muchas pymes puedan ser más competitivas en su sector. Esto hace que las que no aprovechan la oportunidad de digitalizarse queden atrás sin visos de futuro.
¿Qué será, será?
Llegados ya a este punto, y encarando el primer trimestre de 2023, las expectativas de los empresarios no son favorables. En un futuro a corto plazo el 36% de las pymes declara que sus beneficios serán menores este año.
Las previsiones más nefastas se dan entre los autónomos y pymes de hasta nueve empleados.
Tendremos que ver cómo se desarrollan los datos económicos durante los próximos meses para ver si esta perspectiva mejora.